Discussion:
ASI ASESINABAN A SUS COMPATRIOTAS, LOS MONTONEROS..!!!!
(demasiado antiguo para responder)
Robert m
2013-06-10 00:58:26 UTC
Permalink
11 jun 2010
La voladura de la Superintendencia de la Policía Federal Creado por
AlmenA
Por  Guillermo Calvo
~~ 
El 2 de julio de 1976, poco después del mediodía, José María
Salgado ingresó sin inconvenientes al edificio de la Superintendencia
de Seguridad de la Policía Federal Argentina (Moreno 1417), llevando
en sus manos un portafolios que contenía el artefacto explosivo que le
habían entregado, momentos antes, Rodolfo Walsh, alias Esteban, jefe
de Inteligencia, y Marcelo Daniel Kurlat, alias Monra, comandante de la
Columna Norte de Montoneros. Hacía unos días que Salgado, ex
suboficial policial y militante montonero (nombres de guerra Daniel,
Pepe y Sergio) había sido dado de baja. Sin embargo, conservó su
identificación a pedido de la cúpula da la “orga”
para poder concretar el atentado, y esto le permitió desplazarse con
facilidad en las instalaciones federales.
Desde varios meses atrás Salgado había estado pasando
informes -domicilios, horarios, datos familiares de los miembros de
la Policía Federal, etc.- a la central de inteligencia montonera que
estaba bajo la dirección de Rodolfo Jorge Walsh y Horacio Verbitsky.
Este organismo tenía como función principal obtener y procesar la
información con el objetivo de prevenir, mediante la
contrainteligencia, las acciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad,
y a la vez designar los objetivos que debían atacar los militantes
montoneros. En otras palabras, decidían a quiénes debían asesinar
los terroristas de la organizacipón. Minutos después de las 13, el
terrorista colocó la bomba sobre una silla del comedor de la
Superintendencia, ocultándola debajo de un mantel. A continuaciópn
pidió dos almuerzos, ingirió el primero y se retiró rápidamente.
Siete minutos después estalló la bomba. La explosión de los 9
kilos de trotyl causó un enorme daño, potenciando sus efectos porque
la deflagración se produjo en un lugar cerrado, lo que impidió que
la energía generada saliera, concentrándose toda en el recinto. Esto
produjo la muerte de muchos de los concurrentes por las terribles
quemaduras que sufrieron. Pero, además, otros murieron por el impacto
de las miles de bolas de acero proyectadas en todas direcciones. Con
total frialdad, Salgado esperó tranquilamente en un bar cercano al
edificio hasta que escuchó la explosión, para luego reunirse con su
responsable, Rodolfo Walsh, e informar sobre el
“éxito” de la operación. El estallido de la mina
vietnamita generó la muerte inmediata de muchos de los agentes, otros
fallecieron tras varios días de agonía por las terribles heridas
sufridas. Los asesinados fueron: los oficiales; ayudantes Alejandro
Castro y Héctor Castro; el supernumerario Ramón Arias; los cabos
primeros Ernesto Agustín Suani y Carlos Shand; los cabos Elba Hilda
Gazpio, Genaro Bartolomé
Rodríguez y Vicente Iore; los sargentos Juan Paulik, Rafael Modesto
Muñoz, Bernardo Roberto Tapia, María Esther Pérez Couto, Bernardo
José Zapi, Adolfo Chiriano, Marta Olga Perez de Bravo y Romualdo
Rodríguez (R); el suboficial auxiliar David Di Nuncio; los agentes
José Roberto Iacobello, Juan Carlos Blanco, Ernesto Alberto Martinzo y
Alicia Esther Lunati, y la señora Josefina Cepeda. En total fueron 24
los muertos. Además, padecieron graves heridas 66 personas más.
`~~
El lugar elegido para la accioón terrorista no había sido
seleccionado al azar. Si bien los informes brindados por el servicio de
inteligencia montonero indicaban que al comedor no concurrían
oficiales de la fuerza de alta graduación, y que con frecuencia
asistían familiares de los uniformados, se decidió concretar el
ataque. El atentado fue preparado con el fin de producir la mayor
cantidad de muertes posibles, por ello se eligió un artefacto
especial. Se trataba de una mina tipo vietnamita o claymore. Consistía
en 9 kilos de trotyl recubiertos con 5 kilos de bolas de acero. Al
estallar el explosivo mediante un mecanismo de relojería, las bolas de
acero se proyectarían en todas direcciones acribillando a los
concurrentes mientras almorzaban. Al causar una gran cantidad de muertos
se cumpliría el objetivo central de la operación: Aterrorizar a los
integrantes de la fuerza, paralizarlos por el terror que semejante
masacre generaría. La Policía Federal y la de la Provincia de Buenos
Aires eran dos de los principales obstáculos para que las
organizaciones subversivas concretaran sus planes de convertir a la
Argentina en una nueva Cuba. Esto lo habían expresado los propios
integrantes del Consejo Nacional de Montoneros en un documento elaborado
en abril de 1976, pocos meses antes del ataque a la Superintendencia.
Allí sostenían: "Suponíamos que el enemigo golpearía
fundamentalmente por la multiplicación de su capacidad policial, ya
que no tenía posibilidad de combatirnos según los principios
clásicos de la guerra general, suponíamos que la táctica principal
estaría en el control de la población, pinzas de automotores, de
peatones, etc. y fundamentalmente el rastrillo. Estas tácticas ya eran
utilizadas por la policía, pero sumado el poder del aparato militar de
las FFAA a la capacidad policial, se multiplicaría enormemente".
Mientras, golpeábamos a las fuerzas policiales para limpiar el
territorio. Estoúltimo se debía a la apreciación que las Fuerzas
Policiales son las verdaderas avanzadas de las Fuerzas Armadas. En el
territorio, son quienes están insertadas en los barrios populares,
quienes tienen el mayor conocimiento táctico y político del
territorio en el que nos movemos " El documento llevaba la firma de
los comandantes Firmenich, Perdía, Yaguer y Mendizábal. También se
quería demostrar la vulnerabilidad e impotencia del gobierno y las
fuerzas de seguridad frente a la guerrilla, ya que el comedor de la
Superintendencia se encontraba a pocos metros del Departamento Central
de la Policía Federal. A su vez, el atentado serviría para levantar
la moral de los guerrilleros, en declive por los constantes golpes
sufridos a manos de los efectivos nacionales. Se trataba, entonces, de
una operación que intentaría causar un daño mayúsculo para
producir el mayor impacto posible en la fuerza y en la opinión
pública, y provocar lo que este tipo de organizaciones armadas busca:
El terror. Según los cálculos de la "orga", el temor que se
desataría en la Policía Federal la obligaría a replegarse y los
policías se atrincherarían en las comisarías, dejando las calles a
los montoneros que podrían entonces operar con impunidad. No en vano
el 60% de las víctimas del terrorismo en la Argentina fueron miembros
de las policías locales.
Los diarios de la época se hicieron eco del atentado. El 3 de julio La
Nación informaba: Estalló una bomba en una dependencia de la
policía. El artefacto, que fue colocado en un salón comedor, causó
muchas víctimas. Información oficial: 18 muertos y 66 heridos. La
diferencia entre la información del diario y la cantidad de fallecidos
mencionada se debe a que 18 fueron las personas que murieron en el
momento de la explosión o a los pocos minutos, sumándose los días
siguientes los que fallecieron a causa de las heridas.
La operación, sin embargo, lejos de producir el efecto esperado por
Montoneros, generó la reacción contraria. La Policía Federal
cerró sus filas redoblando sus esfuerzos para terminar con la
organización terrorista, siendo fundamental su papel para poner fin a
sus acciones, contribuyendo junto con las policías locales,
especialmente la de la Provincia de Buenos Aires, a la destrucción de
las bandas castro"guevaristas que asolaban a nuestra Patria.
Inmediatamente de producido el atentado se abrió una causa judicial
contra los responsables. Sin embargo, en diciembre de 2006, la jueza
federal María Romilda Servini de Cubría sobreseyó a todos los
terroristas implicados en el ataque. En la causa actuó como fiscal
Jorge Alvarez Berlanda, para quien el asesinato del general chileno
Carlos Prats y de su esposa en Buenos Aires era un crimen
imprescriptible; sin embargo, no pensaba lo mismo del que produjo 24
muertos y 66 heridos en el comedor de la Superintendencia. Nada
extraño, dada la creciente benevolencia de la justicia federal
respecto de los terroristas. Ninguna Madre de Plaza de Mayo reclamó
por los derechos humanos de las víctimas y ningún juez se ha
atrevido a declarar como delito de lesa humanidad a uno de los peores
atentados que sufrió la sociedad argentina. Los caídos
permanecerán en la memoria, en el recuerdo y en los corazones
agradecidos de todos aquellos que aún hoy valoramos el sacrificio de
tantos hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas por la Argentina,
agredida por el ataque combinado de naciones extranjeras (URSS, Cuba,
Chile, Nicaragua) y el terrorismo marxista. Declaraciones del jefe
montonero Horacio Mendizábal a la revista española Cambio 16 "La
colocación de la potente bomba que destrozó el comedor de la
Superintendencia de Seguridad Federal, ofrece características
similares a la Operación Cardozo, [se refiere al asesinato del general
Cesareo Cardozo, perpetrado por una militante montonera, Ana María
González, amiga de la hija de la víctima, que colocó una bomba
debajo de su cama] aunque el explosivo era sensiblemente mayor. Nueve
kilos de trotyl y cinco kilos de bolas de acero, accionadas por un
dispositivo de relojería introducido en el edificio por un
compañero que estaba infiltrado y que había realizado días atrás
una prueba con un paquete similar, pero inofensivo. Cuando vimos que
todo andaba bien se lanzó la operación que también sirvió para
demostrar la alta moral y serenidad de nuestros combatientes, porque el
compañero accionó el dispositivo luego de terminar su almuerzo en el
propio lugar que luego volaría, y se retiró para ello con 7 minutos
de anticipación."

Apuntes para la biografía de un asesino terrorista: Rodolfo Jorge
Walsh
Rodolfo Jorge Walsh, nombres de guerra Esteban, Profesor Neurus o El
Capitán, nació en 1927 en la isla de Choele Choel, provincia de
Río Negro. Tras el triunfo de la revolución cubana se trasladó a
la isla donde fue fundador de la agencia Prensa Latina, brazo
mediático creado por Fidel Castro para expandir la ideología
marxista en el continente. En Cuba se desempeñó como jefe de los
Servicios Especiales de la agencia, entrenándose especialmente para
desempeñar actividades de inteligencia. Ya como agente cubano y con
dinero castrista volvió a la Argentina para fundar el periódico CGT
de los Argentinos junto al sindicalista Raimundo Ongaro -uno de los
principales responsables del Cordobazo- con el fin de combatir la
llamada
"burocracia sindical". Pero el cuentista y escritor no solamente se
dedicó a las letras, sino que la propaganda y el odio desplegado
contra el sindicalismo no marxista se concretó también en los
hechos. Rodolfo Walsh fue uno de los ideólogos del asesinato del
líder sindical Augusto Timoteo Vandor, la llamada Operación Judas,
perpetrada el 30 de junio de 1969 entre otros por Raimundo Villaflor,
Carlos Caride, Dardo Cabo, Horacio Mendizábal y el propio Walsh. Más
tarde, el 27 de agosto de 1970, el comando Emilio Maza de la
organización armada Descamisados, integrado por Walsh, asesinó a
otro líder sindical, en este caso a José Alonso. En la misma línea
de sangre participó en el asesinato de José Ignacio Rucci,
Secretario General de la CGT, el 25 de septiembre de 1973. Ese mismo
año fundó junto a Horacio Verbitsky el diario montonero Noticias, al
incorporarse definitivamente a la 'formación especial" después de
su paso por las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Fue uno de los
organizadores, junto a Carlos Goldenberg, del atentado dinamitero
perpetrado el 2 de noviembre de 1974, que produjo la muerte del
comisario general Alberto Villar y su esposa en la localidad bonaerense
de
Tigre.
~~ 
El 2 de julio de 1976 fue uno de los principales responsables de la
voladura del Comedor de la Superintendencia de Seguridad de la Policía
Federal. También fue fundador de la Agencia de Noticias Clandestina
(ANCLA).
El 25 de marzo de 1977 fue abatido por las fuerzas de seguridad en un
enfrentamiento presenciado por numerosos testigos en plena avenida Entre
Ríos entre Humberto I y Carlos Calvo.
~
En recompensa a su trayectoria terrorista, una plaza, una escuela y
varias cátedras universitarias y calles llevan su nombre. Para conocer
el verdadero papel desempeñado por Rodolfo Walsh en las organizaciones
armadas se recomienda la lectura de 'Años de terror' y pólvora'. El
proyecto cubano en La Argentina (1959 " 1970), ROJAS, Guillermo, Buenos
Aires, Santiago Apóstol, 2001.
~~~~~~~~~~~~~~~~~
Biografía de un 'luchador social': Horacio Verbitsky Horacio
Verbitsky, nombres de guerra El Perro, Roberto y Horacio Salazar,
nació en La Plata el 11 de febrero de 1942. En 1972 se unió a la
agrupación terrorista FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) la que,
más tarde, se fusionó con Montoneros, integrándose H.V. al aparato
de inteligencia donde actuó bajo la dirección de uno de sus
mentores, Rodolfo Walsh.
~
Al igual que Walsh, como responsable de la inteligencia montonera,
Verbitsky fue uno de los encargados de seleccionar los "blancos", es
decir las personas que debían ser asesinadas. Pero no solamente
seleccionaba los objetivos sino que participó directamente en otras
acciones como el cruento copamiento del Regimiento de Infantería 29 de
Monte en Formosa, ejecutado  por Montoneros el 5 de octubre de 1975
"asesinando a 12 hombres, la mayoría de ellos conscriptos-, y el
atentado en el estacionamiento del edificio "Libertador", el 15 de
marzo de 1976, que generó la muerte de un civil, el camionero Alberto
Blas García. Días después, participó en la voladura del
comedor de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal,
asesinando a 24 personas más e hiriendo a otras 66. Viajó al Perú
donde contribuyó a la formación de diversas organizaciones
terroristas locales. Fue detenido en pleno Proceso de Reorganización
Nacional, detención durante la cual sus ex compañeros de combate
suponen que se dedicó a entregar a compañeros".. Verbistky:
El versátil periodista"terrorista colaboró con el comodoro Juan
José Gúiraldes en la publicación del libro El poder aéreo de los
argentinos en 1979. Reapareció en la década del ™80 como uno de
los fundadores del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), ONG.
financiada por la Fundación Ford, que vela por los derechos humanos de
los argentinos y es la encargada por los sucesivos gobiernos de revisar
los ascensos en las Fuerzas Armadas, de manera de evitar la promoción
de presuntos represores. Durante los meses previos al asalto a los
cuarteles de La Tablada (23"24 de enero de 1989) desde el diario
Página 12 -fundado con fondos provenientes del ERP y del gobierno
sandinista de Nicaragua" promovió las más variadas formas de
insurrección popular. Como se ve, nos encontramos frente a un
verdadero hombre polifuncional: asesino, escritor, periodista, oficial
montonero, terrorista, experto en inteligencia, delator de sus
compañeros, fundador de organizaciones de derechos humanos, escritor
de obras de estrategia militar, colaborador del Proceso, asesor
presidencial y posiblemente un enfermo. "Participé en enfrentamientos
armados, y por suerte no murió nadie, porque me sentiría muy
mal", le mintió al director de Perfil, Jorge Fontevecchia. "No fui
importante en la estructura de Montoneros. No era el que soy hoy,
tenía un nivel bajo", volvió a mentir. "A Mario Firmenich lo vi
sólo dos veces en mi vida. Nunca tuve ninguna relación especial con
él", continuó Verbitsky. (Perfil, 4/11/07).
Fuente: ACUÃ'A, Carlos Manuel: Verbitsky. De La Habana a la
Fundación Ford, Buenos Aires, Ediciones del Pórtico, 2003.
~~~
Parte de guerra Montonero
Buenos Aires, 2 de julio de 1976:
"A nuestro pueblo: En la mañana del día de la fecha, el pelotón de
combate šSergio Puiggrosš del Ejército , banda' Montonero,
aprovechando una falla en el dispositivo de vigilancia y control de la
Superintendencia de Seguridad Federal (ex Coordinación Federal),
colocó en su sede central un artefacto explosivo. Cumplida su
misión, los compañeros se retiraron sin novedades y,
posteriormente, tal como estaba planificado, el artefacto detonó a
las 13.20 en el comedor de esa dependencia. Los medios de información
del Ejército Montonero estiman en 85 el número de bajas causadas al
enemigo, de los cuales 25 son muertos. No se descarta el que esta cifra
pueda llegar a ser superior. Los daños causados al edificio son
importantes, estimándose que la capacidad operativa de este centro
represivo quedó seriamente afectada por un lapso de tres meses.
(
) Hasta la victoria final. MONTONEROS" Autor: Calvo Guillermo
DEJAR UNCOMENTARIO
~~
Nombre: *
Email: *
Sitio web:

 Mensaje:
Sergio Soares
2013-06-10 22:36:42 UTC
Permalink
O Mentirão,
Hildegard Angel:
Venho, como cidadã, como jornalista, que há mais de 40 anos milita na
imprensa de meu país, e como vítima direta do Estado Brasileiro em seu
último período de exceção, quando me roubou três familiares,
manifestar publicamente minha indignação e sobretudo minha decepção,
meu constrangimento, meu desconforto, minha tristeza, perante o
lamentável espetáculo que nosso Supremo Tribunal Federal ofereceu ao
país e ao mundo, durante o julgamento da Ação Penal 470, apelidada de
Mensalão, que eu pessoalmente chamo de Mentirão.
Mentirão porque é mentirosa desde sua origem, já que ficou provada ser
fantasiosa a acusação do delator Roberto Jefferson de que havia um
pagamento mensal de 30 dinheiros, isto é, 30 mil reais, aos
parlamentares, para votarem os projetos do governo.
Mentira confirmada por cálculos matemáticos, que demonstraram não
haver correlação de datas entre os saques do dinheiro no caixa do
Banco Rural com as votações em plenário das reformas da Previdência e
Tributária, que aliás tiveram votação maciça dos partidos da oposição.
Mentirão, sim!
Isso me envergonhou, me entristeceu profundamente, fazendo-me baixar o
olhar a cada vez que via, no monitor de minha TV, aquele espetáculo de
capas parecendo medievais que se moviam, não com a pretendida altivez,
mas gerando, em mim, em vez de segurança, temor, consternação,
inspirando poder sem limite e até certa arrogância de alguns.
Eu, que já presenciara em tribunais de exceção, meu irmão, mesmo
morto, ser julgado como se vivo estivesse, fiquei apavorada e
decepcionada com meu país. Com este momento, que sei democrático, mas
que esperava fosse mais.
Esperava que nossa corte mais alta, composta por esses doutos homens e
mulheres de capa, detentores do Supremo poder de julgar, fosse imune à
sedução e aos fascínios que a fama midiática inspira.
Que ela fosse à prova de holofotes, aplausos, projeção, mimos e
bajulações da super-exposição no noticiário e das capas de revistas de
circulação nacional. E que fosse impermeável às pressões externas.
Daí que, interpretação minha, vimos aquele show de deduções, de
indícios, de ausências de provas, de contorcionismos jurídicos,
jurisprudências pós-modernas, criatividades inéditas nunca dantes
aplicadas serem retiradas de sob as capas e utilizadas para as
condenações.
Para isso, bastando mudar a preposição. Se ato DE ofício virasse ato
DO ofício é porque havia culpa. E o ônus da prova passou a caber a
quem era acusado e não a quem acusava. A ponto de juristas e
jornalistas de importância inquestionável classificarem o julgamento
como de “exceção”.
Não digo eu, porque sou completamente desimportante, sou apenas uma
brasileira cheia de cicatrizes não curadas e permanentemente expostas.
Uma brasileira assustada, acuada, mas disposta a vir aqui, não por
mim, mas por todos os meus compatriotas, e abrir meu coração.
A grande maioria dos que conheço não pensa como eu. Os que leem minhas
colunas sociais não pensam como eu. Os que eu frequento as festas
também não pensam, assim como os que frequentam as minhas festas. Mas
estes estão bem protegidos.
Importa-me os que não conheço e não me conhecem, o grande Brasil, o
que está completamente fragilizado e exposto à manipulação de uma
mídia voraz, impiedosa e que só vê seus próprios interesses. Grandes e
poderosos. E que para isso não mede limites.
Esta mídia que manipula, oprime, seduz, conduz, coopta, esta não me
encanta. E é ela que manda.
Quando assisti ao julgamento da Ação Penal 470, eu, com meu passado de
atriz profissional, voltei à dramaturgia e me lembrei de obras-primas,
como a peça As feiticeiras de Salém, escrita por Arthur Miller. É uma
alegoria ao Macartismo da caça às bruxas, encetada pela direita norte-
americana contra o pensamento de esquerda.
A peça se passa no século 17, em Massachusets, e o ponto crucial é a
cena do julgamento de uma suposta feiticeira, Tituba, vivida em
montagem brasileira, no palco do Teatro Copacabana, magistralmente,
por Cléa Simões. Da cena participavam Eva Wilma, Rodolpho Mayer,
Oswaldo Loureiro, Milton Gonçalves. Era uma grande pantomima, um
julgamento fictício, em que tudo que Tituba dizia era interpretado ao
contrário, para condená-la, mesmo sem provas.
Como me lembro da peça Joana D’Arc, de Paul Claudel, no julgamento
farsesco da santa católica, que foi para a fogueira em 1431, sem
provas e apesar de todo o tempo negar, no processo conduzido pelo
bispo de Beauvais, Pierre Cauchon, que saiu do anonimato para o
anonimato retornar, deixando na História as digitais do protótipo do
homem indigno. E a História costuma se repetir.
No julgamento de meu irmão, Stuart Angel Jones, à revelia, já morto,
no Tribunal Militar, houve um momento em que ele foi descrito como de
cor parda e medindo um metro e sessenta e poucos. Minha mãe, Zuzu
Angel, vestida de luto, com um anjo pendurado no pescoço, aflita,
passou um torpedo para o então jovem advogado de defesa, Nilo Batista,
assistente do professor Heleno Fragoso, que ali ele representava. O
bilhete dizia: “Meu filho era louro, olhos verdes, e tinha mais de um
metro e 80 de altura”. Nilo o leu em voz alta, dizendo antes disso:
“Vejam, senhores juízes, esta mãe aflita quebra a incomunicabilidade
deste júri e me envia estas palavras”.
Eu era muito jovem e mais crédula e romântica do que ainda sou, mas
juro que acredito ter visto o juiz militar da Marinha se comover. Não
havia provas. Meu irmão foi absolvido. Era uma ditadura sanguinária.
Surpreende que, hoje, conquistada a tão ansiada democracia, haja
condenações por indícios dos indícios dos indícios ou coisa parecida…
Muito obrigada.

Loading...