Robert m
2013-05-30 03:32:16 UTC
Casos de corrupción
Jueves 29 de mayo de 2013
Pacto mafioso se agrieta
~
Por Carlos Pagni
LA NACION
`~
La corrupción ha vuelto a convertirse en uno de los principales
motivos de malestar social en la Argentina. La explicación
corriente es que la economÃa dejó de ofrecer prestaciones
agradables. Por lo tanto, la parte de la opinión pública que
habÃa exhibido el mayor umbral de tolerancia frente a los
malhechores despierta, sobresaltada, de su letargo moral. Se quiebra,
entonces, el acuerdo por el cual el Gobierno proveía un entorno
confortable y la sociedad se hacía la distraída con las
irregularidades de los funcionarios. Dicho de otro modo: se quiebra un
pacto mafioso.
El desencuentro no es novedoso. En los tempranos 90, la Ferrari de
Carlos Menem fue aplaudida como un signo simpático de transgresión.
El riojano fue reelegido con el 50% de los votos en 1995. Pero bastó
que, meses más tarde, la desocupación superara el 18%, para que el
electorado promoviera a los dirigentes que se proponían investigarlo.
La España de los indignados reproduce el mismo giro. Cuando
traspusieron la tasa de desempleo del 20%, los españoles resolvieron
darse por enterados de algunos vicios de su monarquía que hasta
entonces sólo murmuraban.
Las relaciones de Amado Boudou con Ciccone fueron mucho más
estridentes que las de Hebe de Bonafini y Sergio Schoklender, un año
antes, con el programa Sueños Compartidos. A pesar de que los
desarreglos de éstos fueron más graves desde el punto de vista
político, moral y simbólico que las fechorías del vicepresidente y
sus amigos.
La divulgación de los delitos de los funcionarios ejerce una
didáctica engañosa. Las multitudes enojadas consiguen, de pronto,
simplificar las razones de su desencanto con un sencillo teorema: "Las
cosas están mal porque falta plata, y falta plata porque los de
arriba se la roban".
El contexto actual colabora con la eficiencia de esa lectura
qualunquista . Como Menem en 1995, o como Juan Perón en 1951, Cristina
Kirchner obtuvo su espectacular triunfo de 2011 como el reconocimiento a
una fiesta de consumo que se estaba agotando en el mismo momento en que
la premiaban. Como Menem, y a diferencia de Perón, ella sacralizó la
receta a la que atribuyó su éxito. La insatisfacción comenzó a
ganar lugar en las encuestas. Las oportunidades fueron sustituidas por
amenazas: la inseguridad fÃsica y el desasosiego económico
lideran las preocupaciones en los sondeos de las principales
consultoras. El tercer rubro es la corrupción.
La imagen presidencial se fue deteriorando con el ritmo de esas
variaciones. El consenso de los sociólogos es que en 2012 perdió una
docena de puntos. Con la elección de Jorge Bergoglio como papa
recuperó 5 puntos, debido al clima de concordia al que ella se
incorporó. Pero a partir de las inundaciones volvió descender 10
puntos, y mantiene ese declive.
Las evidencias de que la moral del kirchnerismo es poco edificante son
antiguas. El desembarco de los Eskenazi en YPF se produjo a fines de
2007, y Elisa Carrió denunció por asociación ilíicita a Néstor
Kirchner y Lázaro Báez en 2008. Pero la persistencia de la
inseguridad, la inflacion, el estancamiento y las catástrofes en la
infraestructura modificaron la percepción: del piadoso "roban pero
hacen" se pasó al irritante "roban pero no hacen". No es la única
explicación del regreso de un desasosiego recurrente. La audiencia
televisiva conoció revelaciones impactantes sobre el submundo de la
familia presidencial. Es verdad que desde el año pasado se venian
produciendo sorprendentes movilizaciones de descontento. Pero las
denuncias de Jorge Lanata en Periodismo para todos tienen tres
condiciones corrosivas. Son testimonios de personas identificables y
arrepentidas. No se refieren a fraudes intrincados, sino a operaciones
con dinero vivo, cuya narración suele ser, para horror de los
acusados, invulnerable al sentido crítico. Pesaban la plata. Todo
dicho. Además, estos escándalos se difunden por la TV abierta, de
donde la política había sido expulsada hace mucho tiempo.
Pero la caída libre en el prestigio moral del kirchnerismo se debe a
iniciativas del propio kirchnerismo.
Es difícil interpretar como una democratización de la palabra el
avance administrativo sobre el periodismo crÃtico por parte de un
gobierno atribulado por denuncias penales. Sobre todo si el mismo
gobierno otorga prebendas escandalosas a cambio de mera propaganda. Es
más probable que se esté ante un intento de oscurecimiento general
para garantizar impunidad a quienes lo producen. Una reforma judicial
aprobada a libro cerrado por la mayoría oficialista, destinada a
incorporar a los consejeros de la Magistratura en las listas partidarias
y a reducir la mayoría por la que los jueces son removidos, se parece
más a una autoamnistía que a un proyecto de modernización.
El blanqueo completa esta constelación. Ayer la oposición
anticipó que, si llegara a controlar el Parlamento, derogaría la
medida y revelaría la identidad de quienes se acogieran a ella. Fue
una iniciativa de Alfonso Prat-Gay y Ricardo Gil Lavedra. Durante la
última audiencia en el Senado, el radical Ernesto Sanz reveló que
Báez ya se había beneficiado del jubileo anterior, en 2009, con $
400 millones. Sanz recordó que los funcionarios que investigaban al
empresario fueron reemplazados por Claudio Moroni, otrora jefe de la
AFIP. Y su colega José Cano advirtió que el titular de la UIF,
José Sbattella, no podÃa asistir a la reunión porque nunca
denunció las operaciones sospechosas de Báez. Cuando en el Congreso
se ventilaban estas miserias, en las oficinas de Cristóbal López
divulgaban la adquisición de Petrobras Argentina. López, operador de
un multimedio y uno de los hombres de negocios que más han prosperado
con este oficialismo, es el beneficiario del decreto menos justificable
de Kirchner. Lo firmó junto a su hermana Alicia y a Alberto
Fernández en 2007 para conceder a su amigo las tragamonedas de
Palermo desde su vencimiento, en 2017, hasta 2037. Mientras los voceros
de López anunciaban aquella compra en Buenos Aires, la presidenta de
Petrobras, Maria das Graças Foster, era interrogada por la misma
operación en el Senado brasileño. Contestó que la de López
era una oferta entre varias. Foster teme un escándalo por la
proximidad del "amigo de Cristina Kirchner", como retrata al zar del
juego la prensa brasileña. Tampoco quiere contaminarse con la venta de
activos de Petrobras a López, durante la gestión anterior. La
intriga es por los viajes a Montevideo de un amigo de PC Farías, el
controvertido colaborador de Fernando Collor. Sobre López existe,
creen en Brasil, una lupa de dimensión internacional.
Analistas petroleros vinculan el blanqueo propuesto por la Presidenta y
la captura. Sospechan que el nuevo bono energético serviría para que
López preste dólares al Banco Central, a cambio de que esa entidad
le permita vender las toneladas de pesos que cosecha en los casinos,
para, transformados en divisas, pagar a los brasileños. Hay lógica
detrás de esa fantasía. Sobre todo si se recuerda quién fue el
autor intelectual del blanqueo de 2009: López. Las revelaciones sobre
la corrupción, el avasallamiento de la prensa y la Justicia y el
blanqueo impactan sobre la dirigencia oficialista. La Presidenta
podría halagar a los intelectuales de Carta Abierta con propuestas que
vuelvan más verosímil la saga de la liberación. Los jóvenes de
La Cámpora, que pretendían rescatar al Estado de las pragmáticas
manos de De Vido, deberían prever alguna excusa por si el escándalo
patrimonial araña a su jefe, Máximo Kirchner. Después de todo,
cuando hubo que controlar Río Gallegos, la AFIP escogió a Virginia
García, la cuñada del joven Kirchner. Como Cristóbal López en
Brasil, Máximo y sus acólitos llaman la atención en los Estados
Unidos. Douglas Farah, el investigador del influyente CSIS que publicó
en febrero un severísimo dossier sobre el kirchnerismo, acaba de
presentar "La Cámpora". El texto comienza con un epígrafe: "Cómo
un grupo de jóvenes utópicos radicales han capturado el Estado
argentino, colapsado la economía e institucionalizado un gobierno
autoritario" (
http://www.strategycenter.net/docLib/20130513_LaC%E1mporaFINAL.pdf ).
Entre ellos está Cecilia Nahón, la embajadora en Washington.
Las contradicciones morales inquietan a quienes postulaban un
kirchnerismo edénico que, extraviado de sà mismo, mutó en
"cristinismo". Los lÃmites precoces de esa empresa imaginaria, cuyo
vocero principal es Alberto Fernández, desafÃan sobre todo a
Daniel Scioli: la radicalización del kirchnerismo y, sobre todo, la
degradación de su imagen vuelven problemática la estrategia
sucesoria del "cambio en la continuidad".
SerÃa incorrecto pensar que la glasnost oficial reduce sus efectos
a la dirigencia polÃtica. El empresariado entró a la
encrucijada, como se advirtió en la discusión sobre el
blanqueo. Ignacio de Mendiguren, de la UIA, se entusiasmó con las
ventajas productivas de los recursos mal habidos, después de que su
escudero jurÃdico, Daniel Funes de Rioja, enumerara, sin abrir
juicio de valor, los riesgos éticos y legales de la propuesta. "Me
parece que están exhibiendo un pragmatismo cÃnico", les hizo
notar la mendocina Laura Montero, y, como a dos chicos, los mandó a
estudiar la ley..
últimas notas de Casos de corrupción
http://www.lanacion.com.arPolÃtica
Jueves 29 de mayo de 2013
Pacto mafioso se agrieta
~
Por Carlos Pagni
LA NACION
`~
La corrupción ha vuelto a convertirse en uno de los principales
motivos de malestar social en la Argentina. La explicación
corriente es que la economÃa dejó de ofrecer prestaciones
agradables. Por lo tanto, la parte de la opinión pública que
habÃa exhibido el mayor umbral de tolerancia frente a los
malhechores despierta, sobresaltada, de su letargo moral. Se quiebra,
entonces, el acuerdo por el cual el Gobierno proveía un entorno
confortable y la sociedad se hacía la distraída con las
irregularidades de los funcionarios. Dicho de otro modo: se quiebra un
pacto mafioso.
El desencuentro no es novedoso. En los tempranos 90, la Ferrari de
Carlos Menem fue aplaudida como un signo simpático de transgresión.
El riojano fue reelegido con el 50% de los votos en 1995. Pero bastó
que, meses más tarde, la desocupación superara el 18%, para que el
electorado promoviera a los dirigentes que se proponían investigarlo.
La España de los indignados reproduce el mismo giro. Cuando
traspusieron la tasa de desempleo del 20%, los españoles resolvieron
darse por enterados de algunos vicios de su monarquía que hasta
entonces sólo murmuraban.
Las relaciones de Amado Boudou con Ciccone fueron mucho más
estridentes que las de Hebe de Bonafini y Sergio Schoklender, un año
antes, con el programa Sueños Compartidos. A pesar de que los
desarreglos de éstos fueron más graves desde el punto de vista
político, moral y simbólico que las fechorías del vicepresidente y
sus amigos.
La divulgación de los delitos de los funcionarios ejerce una
didáctica engañosa. Las multitudes enojadas consiguen, de pronto,
simplificar las razones de su desencanto con un sencillo teorema: "Las
cosas están mal porque falta plata, y falta plata porque los de
arriba se la roban".
El contexto actual colabora con la eficiencia de esa lectura
qualunquista . Como Menem en 1995, o como Juan Perón en 1951, Cristina
Kirchner obtuvo su espectacular triunfo de 2011 como el reconocimiento a
una fiesta de consumo que se estaba agotando en el mismo momento en que
la premiaban. Como Menem, y a diferencia de Perón, ella sacralizó la
receta a la que atribuyó su éxito. La insatisfacción comenzó a
ganar lugar en las encuestas. Las oportunidades fueron sustituidas por
amenazas: la inseguridad fÃsica y el desasosiego económico
lideran las preocupaciones en los sondeos de las principales
consultoras. El tercer rubro es la corrupción.
La imagen presidencial se fue deteriorando con el ritmo de esas
variaciones. El consenso de los sociólogos es que en 2012 perdió una
docena de puntos. Con la elección de Jorge Bergoglio como papa
recuperó 5 puntos, debido al clima de concordia al que ella se
incorporó. Pero a partir de las inundaciones volvió descender 10
puntos, y mantiene ese declive.
Las evidencias de que la moral del kirchnerismo es poco edificante son
antiguas. El desembarco de los Eskenazi en YPF se produjo a fines de
2007, y Elisa Carrió denunció por asociación ilíicita a Néstor
Kirchner y Lázaro Báez en 2008. Pero la persistencia de la
inseguridad, la inflacion, el estancamiento y las catástrofes en la
infraestructura modificaron la percepción: del piadoso "roban pero
hacen" se pasó al irritante "roban pero no hacen". No es la única
explicación del regreso de un desasosiego recurrente. La audiencia
televisiva conoció revelaciones impactantes sobre el submundo de la
familia presidencial. Es verdad que desde el año pasado se venian
produciendo sorprendentes movilizaciones de descontento. Pero las
denuncias de Jorge Lanata en Periodismo para todos tienen tres
condiciones corrosivas. Son testimonios de personas identificables y
arrepentidas. No se refieren a fraudes intrincados, sino a operaciones
con dinero vivo, cuya narración suele ser, para horror de los
acusados, invulnerable al sentido crítico. Pesaban la plata. Todo
dicho. Además, estos escándalos se difunden por la TV abierta, de
donde la política había sido expulsada hace mucho tiempo.
Pero la caída libre en el prestigio moral del kirchnerismo se debe a
iniciativas del propio kirchnerismo.
Es difícil interpretar como una democratización de la palabra el
avance administrativo sobre el periodismo crÃtico por parte de un
gobierno atribulado por denuncias penales. Sobre todo si el mismo
gobierno otorga prebendas escandalosas a cambio de mera propaganda. Es
más probable que se esté ante un intento de oscurecimiento general
para garantizar impunidad a quienes lo producen. Una reforma judicial
aprobada a libro cerrado por la mayoría oficialista, destinada a
incorporar a los consejeros de la Magistratura en las listas partidarias
y a reducir la mayoría por la que los jueces son removidos, se parece
más a una autoamnistía que a un proyecto de modernización.
El blanqueo completa esta constelación. Ayer la oposición
anticipó que, si llegara a controlar el Parlamento, derogaría la
medida y revelaría la identidad de quienes se acogieran a ella. Fue
una iniciativa de Alfonso Prat-Gay y Ricardo Gil Lavedra. Durante la
última audiencia en el Senado, el radical Ernesto Sanz reveló que
Báez ya se había beneficiado del jubileo anterior, en 2009, con $
400 millones. Sanz recordó que los funcionarios que investigaban al
empresario fueron reemplazados por Claudio Moroni, otrora jefe de la
AFIP. Y su colega José Cano advirtió que el titular de la UIF,
José Sbattella, no podÃa asistir a la reunión porque nunca
denunció las operaciones sospechosas de Báez. Cuando en el Congreso
se ventilaban estas miserias, en las oficinas de Cristóbal López
divulgaban la adquisición de Petrobras Argentina. López, operador de
un multimedio y uno de los hombres de negocios que más han prosperado
con este oficialismo, es el beneficiario del decreto menos justificable
de Kirchner. Lo firmó junto a su hermana Alicia y a Alberto
Fernández en 2007 para conceder a su amigo las tragamonedas de
Palermo desde su vencimiento, en 2017, hasta 2037. Mientras los voceros
de López anunciaban aquella compra en Buenos Aires, la presidenta de
Petrobras, Maria das Graças Foster, era interrogada por la misma
operación en el Senado brasileño. Contestó que la de López
era una oferta entre varias. Foster teme un escándalo por la
proximidad del "amigo de Cristina Kirchner", como retrata al zar del
juego la prensa brasileña. Tampoco quiere contaminarse con la venta de
activos de Petrobras a López, durante la gestión anterior. La
intriga es por los viajes a Montevideo de un amigo de PC Farías, el
controvertido colaborador de Fernando Collor. Sobre López existe,
creen en Brasil, una lupa de dimensión internacional.
Analistas petroleros vinculan el blanqueo propuesto por la Presidenta y
la captura. Sospechan que el nuevo bono energético serviría para que
López preste dólares al Banco Central, a cambio de que esa entidad
le permita vender las toneladas de pesos que cosecha en los casinos,
para, transformados en divisas, pagar a los brasileños. Hay lógica
detrás de esa fantasía. Sobre todo si se recuerda quién fue el
autor intelectual del blanqueo de 2009: López. Las revelaciones sobre
la corrupción, el avasallamiento de la prensa y la Justicia y el
blanqueo impactan sobre la dirigencia oficialista. La Presidenta
podría halagar a los intelectuales de Carta Abierta con propuestas que
vuelvan más verosímil la saga de la liberación. Los jóvenes de
La Cámpora, que pretendían rescatar al Estado de las pragmáticas
manos de De Vido, deberían prever alguna excusa por si el escándalo
patrimonial araña a su jefe, Máximo Kirchner. Después de todo,
cuando hubo que controlar Río Gallegos, la AFIP escogió a Virginia
García, la cuñada del joven Kirchner. Como Cristóbal López en
Brasil, Máximo y sus acólitos llaman la atención en los Estados
Unidos. Douglas Farah, el investigador del influyente CSIS que publicó
en febrero un severísimo dossier sobre el kirchnerismo, acaba de
presentar "La Cámpora". El texto comienza con un epígrafe: "Cómo
un grupo de jóvenes utópicos radicales han capturado el Estado
argentino, colapsado la economía e institucionalizado un gobierno
autoritario" (
http://www.strategycenter.net/docLib/20130513_LaC%E1mporaFINAL.pdf ).
Entre ellos está Cecilia Nahón, la embajadora en Washington.
Las contradicciones morales inquietan a quienes postulaban un
kirchnerismo edénico que, extraviado de sà mismo, mutó en
"cristinismo". Los lÃmites precoces de esa empresa imaginaria, cuyo
vocero principal es Alberto Fernández, desafÃan sobre todo a
Daniel Scioli: la radicalización del kirchnerismo y, sobre todo, la
degradación de su imagen vuelven problemática la estrategia
sucesoria del "cambio en la continuidad".
SerÃa incorrecto pensar que la glasnost oficial reduce sus efectos
a la dirigencia polÃtica. El empresariado entró a la
encrucijada, como se advirtió en la discusión sobre el
blanqueo. Ignacio de Mendiguren, de la UIA, se entusiasmó con las
ventajas productivas de los recursos mal habidos, después de que su
escudero jurÃdico, Daniel Funes de Rioja, enumerara, sin abrir
juicio de valor, los riesgos éticos y legales de la propuesta. "Me
parece que están exhibiendo un pragmatismo cÃnico", les hizo
notar la mendocina Laura Montero, y, como a dos chicos, los mandó a
estudiar la ley..
últimas notas de Casos de corrupción
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